Plegaria

Adentrarse al desvelo

Susurrar en sueños

Velo hirviendo

Canciones y sonetos.

Transparentes tus huesos

Revelan misterios

Fuga que añora

Inmenso esqueleto.

Romperse en una ola

Soñarse como paloma

Tocar alas de alondras

Saborearse en las sombras.

Acaricio el silencio

Relajo el entrecejo

Despierto al ruido de tu boca

Resucito y espero.

Miénteme en una hoja

Escúpeme tus anhelos

Deshonrar patrones

Limitar encierros.

Brazalete de anaconda

Fulgor austero del tiempo

Rojizo color de roca

Intenso juglar de astillero.

Viste en mi tus historias

Arrogante de señuelos

Cristalino y sin borlas

Perfume cruel y sincero.

Plegaria gris a las diosas

Amor sutil de tintero.

F.K.

X-traño

Instantes donde reaparece

siento al corazón

veo tus ojos, claros como el alma

te veo en mis sueños

te soñé en tantas camas.

Presiento el silencio

intuyo tus ansias

ruego al misterio

me muestre tus armas.

Despliego las alas

al borde del karma

adivino tus besos

respiro en tus ramas.

Anhelo un momento

soltarme en tu calma

tu pecho inquieto

tus miedos de almohada.

Dulzura de espejos

tiempo tibio que arrastra

sentirse en casa de nuevo

abrazarme a tus anclas.

Rompernos en serio

rearmarnos sin cartas

escribir esa historia

atragantada en las llamas.

Albergo un secreto

describe una trama

de historias ocultas

amores de salvia.

Alegría que expande

sonrisas de duelo

corazones vibrantes

amores x-tremos.

F.K.

Cicatriz

Ausencia que te hace invisible

Borra tu voz de mi memoria

Tus palabras necias

Tus noches de sombras.

Lejanía que se vuelve piedra

Imagen de un deseo que recorre a ciegas

Ser humano en el infierno

Llamas tristes del invierno.

Percibo un rostro agrietado

Siento una luz con cadenas

Deshojando margaritas

Qué sabe un sol de las penas.

Aún oscuro el destino

Ramas que se quiebran

Raíces fuertes detonan

Tierra frente a la esfera.

Paraíso de unos huesos

Desterrados los poemas

Corazón resplandeciente

Encuentra calma en la arena.

Devolverse al cariño

Descansar en una hoguera

Remendar cicatrices

Develar la conciencia.

Fortaleza que destrona

Debilidad de las fieras.

F.K.

La oscuridad del viento

En las esquinas de mi pecho

descansan los recuerdos

brotan los anzuelos

que me llevan a jugar.

Respiro olas de agujeros

llenas de un aire siniestro

que pelean por arrasar.

Le susurro al silencio

lo que me queda de un beso

machacado en un mortero

se despliega un vendaval.

Será tu voz un deseo

que cure el grito sereno

abrace puentes de hielo

cuando te quieren llevar.

Recito algunos versos

aunque se queden ligeros

aunque lleguen a destiempo

corazón que se va.

Soledad como presagio

imagina tus certezas

un escudo de amistad.

Ausencias por donde veo

escapan mis ojos ciegos

ante el dolor de bloqueo

Hoja seca en el mar.

F.K.

Crucifijos

Sacrilegio del tiempo
Va desnudo en su sombra
Le apetece su encanto, le adolecen las horas.


Después de un largo incendio
Desatando correrías
Se escucha a quienes lloran
Más no sienten alegría.


Tu mirada se posa
Finalmente en un templo

Intimidan las normas
Que descienden del viento.


Separar las efigies, para verles el cuello
Contemplar crisoles, emplumados de cielo.


Ovillo eterno de poemas
Apilaron algunos huesos
Por cada noche infinita
Demoliendo tus senos.

Dadme pedazos de rocas
Para convertirme en cuenco
Si tú mirada me arroja, un mar lleno de entierros.

Bondadoso el silencio
Ofrece copas de hierro
Retirando sus capas
Robo sutil del cencerro.


Duerme ….. que los cuervos cierran
El telón de tu cuerpo.

F.K.

Sin final

Hoy escribo, casi como un suspiro

casi como el alivio que se ha de esperar.

Como las mariposas que aletean y esperan la primavera

y se las ve tan contentas reposando sobre sal.

Hoy escribo, por un dolor recorrido

que me ha llevado al vacío de no quererte dejar.

De pensar que el tiempo que te ha llevado al entierro

no ha sido mas que un cuento con principio y sin final.

Hoy escribo, tal vez porque es mi abrigo

en donde abrazo algunas penas que me vienen a visitar.

Quizá como una manera, de recorrerme a ciegas

de propagar las antenas que me hacen vibrar.

Escribo porque no es mas que un castigo,

tener palabras sin hilo en una mente sin paz.

Para recobrar la esencia de quien habita en mi aldea

para saber como sigo en un camino sin par.

Quizá el otoño sea una estancia que provea,

aquellas humildes respuestas a las que he de arribar.

Tan solo escribo para dejarle al destino

esta quietud con que vino y que se espera llevar.

Quizá una mañana, donde me encuentre descalza

pueda pisar ese césped y el cuerpo apoye su estar.

Mientras tanto, dejo que la sonrisa repose,

que el corazón no se agote,

y que tu brisa me toque,

como un violento huracán.

F.K.

Torrente

En el repliegue sanguíneo

de tus venas desnudas,

se vislumbra una sombra,

se marchitan las lunas.

Vociferan los lobos

que huyen de las praderas,

esconden gritos de honra,

que despiertan sirenas.

Estrepitosos sentidos de lluvia

vienen de madrigueras,

retumban hacia alguna tumba,

pintan el cielo de esencias.

Transmutar esas carencias

que portaban tus ausencias,

han vaciado las llanuras,

y encontrado su meseta.

Intrigante acertijo

esparcido en la arena,

nada tiene de ruidoso

el sucumbir de tus aletas.

Retirarse del camino

salir a andar a ciegas,

despertares de una fuga,

de un cantar de resistencia.

Río al final de todo

y me visto de canela.

Retratar algún suspiro

guardar asilo en las estrellas.

F.K.

Castillo de arena

Combino palabras de una forma sigilosa
Despierto en la noche entre tu alma silenciosa
Recuerdo al pasado casi como un sueño
En donde estabas presente y olías a incienso.


Parece que aún hay restos.
De esos ojos que me apuntan
Tiran anzuelos y conmueven a cualquiera con locura.


Qué ha faltado en el poema
Que no encuentra aún su huella
Deja renglones inconclusos
Y los absorbe con sus penas.


Maravilloso incierto
Se manifiesta en sus albores
Visitas clandestinas
Y un estridente acorde.


Suave melodía
Enterrada en un arca
La luna aquieta tus caricias
Y embellece tus pestañas.

Será tu ausencia robada
Desaparición de un borde
Imposible descaro
Espera que tu cobardía asome.

F.K.

Moraleja

Y en eso entiendo
que la existencia que muerdo
se vuelve tan sólo un pañuelo
donde deseo gritar.


Son los miedos desiertos
que salvan tu ego
desvisten olas de acero
y se dejan airear.


Es un yunque viejo
y se desarma en anhelos
se le ve desparejo
cuando se acerca y se va.


Serán las espuelas
que cargan tus penas
alisan las puertas
de quién desea entrar.


Invitaciones austeras
a casas ajenas
con lujos superfluos
que dicen mirar.


Tan solo intento
una sonrisa de viento
que se tiñe de negro
cada vez que te vas.


Son los amores ajenos
que resurgen en sueños
para entender con el tiempo
que moraleja serás.

F.K.

Comillas

Estimo la mirada tranquila

El decreto de emergencia al que recurren tus manías

Itinerante festín revolcado de orquídeas

De paseos olorosos

De boquillas perdidas.

Anzuelos penetrados por la carne marchita

Por esencias de Morfeo

Estandartes de masilla.

Ruedo deshilachado, bordeando golondrinas

Empujones con abrazos

Desterraron la desidia.

Involución silenciosa y un chasquido con mentiras

Deshojar algunas cosas

Maltratar alguna herida.

Enterrados los recuerdos, deciden ser tus comillas.

F.K.